El pasado viernes 13 de enero se presentó el Plan Director del Mercado Central, elaborado por la UTE formada por Ingennus y Baika.
En la rueda de prensa, Pablo Muñoz, Concejal del Área de Urbanismo y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, recalcó el papel del bien de interés cultural (BIC) como mercado de abastos para la población local, y como símbolo y motor económico de Zaragoza.
El Plan Director plantea un modelo de ciudad basado en la reactivación económica de los barrios situados en el entorno del mercado y en el apoyo al comercio de proximidad.
Para ello, se mantendrá su carácter actual, aunque se introducirán nuevos usos. Todo ello, mejorando la accesibilidad, la distribución y la logística del propio mercado. Entre 2 y 4 puestos se destinarán a locales de restauración, y entre 2 y 4 puestos a los usos que decida el ayuntamiento.
A nivel arquitectónico, el edificio conservará su estructura original, aunque se cerrará completamente mediante un elemento de vidrio, confiriéndole una gran apertura y luminosidad. Respecto al interior del mercado, el número de puestos estará comprendido entre 76 y 88 en función de la longitud de cada puesto, que rondará entre los 4,5 y los 5 metros.
Por otro lado, se van a regular las horas de carga y descarga, y se colocará una calzada pacificada de tráfico restringido – con pavimento continuo sin resaltes, una senda ciclable y una zona de arbolado-, con el mismo lenguaje que la zona de las murallas.
Además, el ayuntamiento ha optado por un modelo de gestión directa, que consiste en la concesión individual, y la obligación a los detallistas de agruparse en una entidad que asuma parte de la gestión del mercado.
Para el Plan de Transición se prevé la colocación de una carpa provisional adyacente en la zona peatonal, para aprovechar los servicios de almacenaje del sótano existentes y mantener el hábito de compra de los ciudadanos.
Los costes de las obras se han valorado en un total de 9.577.900 €, que se financiarán parte por el ayuntamiento y parte por los comerciantes.
